¡Vivan las listas! Sobre todo cuando se aproxima el fin de año. Antes de que comience el verdadero tifón de inventarios y recapitulaciones (y yo me largue a mi casita para discutir con la familia y cantar c’est le jour de la noël, ugh), voy a contribuir también a la que será la marabunta navideña. Mis cinco animes favoritos del año. Mis cinco decepciones del 2014. Recuerda: no estoy injuriando a tu padre, a tu hermana o miccionando sobre la memoria de tus antepasados; son opiniones individuales sobre series de animación. Si algo te molesta tanto como para tener que reprimir un ansia incontenible de insultarme, respira hondo y cierra la pestaña. Fácil, ¿verdad? No obstante, el diálogo cortés y pacífico siempre será bienvenido.
Son mis preferidos, que no corresponden a los que considero mejores. Creo que así es mucho más honesto por mi parte. Tampoco los voy a colocar en ningún tipo de progresión. Son los que son y todos me han hecho disfrutar, pensar y fascinado a su manera.
Ping Pong the animation
ピンポン
Lo mío nunca ha sido el spokon. Es un género que suele aburrirme, pero Ping Pong es un universo distinto. Reconozco que me lancé a verla simplemente porque estaba detrás Taiyô Matsumoto. Punto. Y no me arrepentí en absoluto. La propuesta visual, para empezar, es innovadora; bebiendo de fuentes tan dispares como el op-art, el cómic clásico o el surrealismo… pero con una inocencia y dinamismo geniales. Y qué decir del argumento y cómo lo desarrollan… la palabra es emocionante. La variedad de sentimientos además que despiertan conforme va avanzando la historia es inteligente y para nada pastosa; con un estupendo análisis psicológico de sus personajes. Para mí es una serie única y original, en muchos aspectos una auténtica disidente.
Gekkan Shoujo Nozaki-kun
月刊少女野崎くん
Está aquí entre mis cinco favoritas del año porque es la que más me ha hecho reír. Por ese motivo tan simple e idiota. Por supuesto, esta serie tiene más virtudes que la de hacerme lanzar carcajadas (que debo agregar no es nada fácil). La comedia, por regla general, se suele convertir para mí más en un estorbo que en un aliciente… con Gekkan Shoujo Nozaki-kun no ha sido así. La larga lista de majaderías e incoherencias que han cometido sus personajes han logrado que este anime se haya ganado mi más completo respeto. No es ni la mejor serie del año (ni siquiera la de su temporada), ni la más trascendente; tampoco tiene una animación alucinante ni cuenta una historia inédita. Ni falta que le hace. Pero gracias a ella, mi verano (los odio) fue muchííííísisisisimo más llevadero y feliz. Gracias.
Shingeki no Bahamut: Genesis
神撃のバハムート
Aunque la caguen con un final abyecto con el que me den ganas de rajarles el cuello a todos los miembros de su staff, Shingeki no Bahamut hace tiempo que me dejó como una cucaracha patas arriba. Por todo lo que me ha hecho disfrutar hasta ahora (que es casi demasiado), se encuentra ya entre mis animes favoritos de este 2014. No tengo mucho que añadir a lo que he escrito antes sobre esta serie. Es la hostia en vinagre, sin más.
Hôzuki no Reitetsu
鬼灯の冷徹
Hay muchas razones por las que este anime me ha hecho gozar como un animal. El tema sobrenatural siempre me tira mucho, y si a ello se le une una base tradicional folclórica o religiosa, ya empiezo a salivar desaforadamente. Admito que no es una serie para todos los públicos: su estructura interna, con divisiones auto-conclusivas, no ha convencido a mucha gente; es necesario poseer unos rudimentos básicos sobre budismo y cultura japonesa para conseguir interpretar algunos de los gags (no es muy exportable, la verdad); y el que se metan a saco con chinos y occidentales (ese tufillo nacionalistilla japonés jeje), ha provocado que se la ignore o directamente se la califique de mediocre. Para mí Hôzuki no Reitetsu es un anime literalmente incomprendido (fuera de Japón, claro). Pero no estoy aquí para justificarlo. A mí me ha divertido y seducido a partes iguales. Todos los guiños y referencias que aparecen, así como la delicadeza y cuidado esmerado del arte, son solo la guinda de un pastel que devoré con verdadero placer.
Parasyte
寄生獣 セイの格率
No finalizará en este 2014, así que se encuentra suspendida entre dos años en realidad; pero como me sucede con Shingeki no Bahamut, hasta ahora, me está entusiasmando mucho más que otras series de este 2014 que he visto completas. El potencial que posee además es tremendo si lo saben aprovechar. Con sus virtudes y sus defectos, Parasyte es un anime sobresaliente y que ha ido activando su tempo con lucidez. Veremos qué sucede finalmente. Podría mencionar también, como animes que me han gustado por encima de la media, Barakamon, Knights of Sidonia, JoJo’s Bizarre Adventure, Hitsugi no Chaika o cositas delicadas y kawaii como One week friends. Poco más. Cada vez soy más pulguillas y menos tolerante, lo que provoca que me pierda otras buenas series. Pero bueno, que tampoco va a estallar el mundo si no las veo.
En esta lista no incluyo únicamente animes mierder, solo son series que me han desencantado. Entre estas cinco, las hay de dos tipos: decepciones sin más y detritos de rinoceronte. Algunas me han aburrido, otras me han espantado y también hay una que he abandonado directamente. Como en la lista de favoritos, el orden en el que aparecen no es indicio de nada. Aquí van mis mediocridades del 2014.
Psycho-Pass 2
サイコパス 2
Solo he visto seis capítulos y el resto he decidido dejarlos para estas Navidades. Pero con esta media docena, ya me he podido hacer una idea general y la palabra es desilusión. Sabía que no iba a estar a la altura de su predecesora, pero tampoco esperaba tal despropósito (por ahora). Se están meando textualmente en el legado de la primera temporada. Tal cual. Ya lo primero que te viene a la cabeza es encontrar una razón lógica para que realizaran una segunda etapa. ¡¡¿¿POR QUÉ??!! Because fuck you, that’s why. Y ya está. Me producía mucha tristeza seguir viendo Psycho-Pass 2, por eso la he aparcado; pero la veré, la veré completa aunque luego lo lamente.
Ao Haru Ride
アオハライド
Blue spring ride… o de cómo meter la pata a pesar de seguir a rajatabla un manga precioso. El motivo es muy sencillo: no haber hecho mas que 12 capítulos. Yo no sé si es que se leyeron el manga mientras defecaban en el baño, más concentrados en su esfínter que en lo que tenían entre manos, o es que tenían programado hacer una segunda temporada… esas son mis incógnitas. Pero el resultado no ha podido ser más decepcionante. Los fans del manga lo sabemos, y apena bastante lo que ha sucedido, porque se temía desde el momento en que anunciaron que solo serían una docena. Claro que me ha gustado ver en pantalla a Futaba & co. (aunque la animación de algunos capítulos intermedios era un poco lastimosa), pero han dejado todo en agua de borrajas. Meh total.
Brynhildr in the darkness
極黒のブリュンヒルデ
Todavía no entiendo cómo fui capaz de finalizarla completa (me pasa demasiadas veces esto ya, soy la terquedad personificada), pero lo hice. Probablemente es mi confianza mentecata en Lynn Okamoto (no aprendo, no aprendo). Pero desde los horribles openings (sobre todo el segundo, AAGHH), pasando por el desarrollo ortopédico de un argumento completamente desaprovechado hasta los personajes manifiestamente mongoloides, Brynhildr in the darkness es un bodrio de proporciones épicas. Y todo lleno de lolis para rematarlo. Ejemplo claro de cómo un harem no debe hacerse nunca.
Zankyo no Terror
残響のテロル
Terror in Resonance ha sido una decepción nítida. Pero no puedo decir que me haya parecido mala ni que no haya cumplido con su función de distracción y disfrute. Porque a pesar de los pesares, de cómo se han desperdiciado ideas y se ha optado por la vía conservadora, Zankyo no Terror le ha dado mil vueltas a abundantes series de este 2014. Se ha quedado en anime decente tirando a gris. De Watanabe sensei se esperaba más… muuuucho más.
Bishoujo Senshi Sailor Moon: Crystal
美少女戦士セーラームーン
Aquí ya di mis impresiones sobre este reboot de la mítica Sailor Moon. Quizás en estos momentos la serie haya mejorado o quizás no, la verdad es que no me he interesado en averiguarlo; pero estando Toei detrás, la animación seguirá siendo cochambrosa fijo… y si continúan fieles al manga, persistirá en los mismos vicios que detecté en un inicio. Una pena que a los clásicos se los utilice de tablao flamenco… pero bueno, siempre nos quedará París.
El año va llegando a su fin y yo poco a poco voy dirigiendo la vista hacia mi lecho… ¡a dormir! AMO MI CAMAAAAA